En El imperio y sus despojos el sentido de pertenencia es un camino sin final aparente. Rubén Pinto, un inmigrante peruano que intenta regresar a los Estados Unidos luego de ser deportado, es quien recorre ese camino. Su pasado en La Raza, una brutal pandilla de hispanos afincados en Carolina del Norte, lo persigue. La violencia y la nostalgia son ingredientes con los que lidia en su irracional empeño de volver. Consciente del riesgo y de los monstruos que enfrentará, cruza otra vez una delgada línea que lo acerca a la muerte.
¿A dónde volver? Ese inmenso país con el que se ha estrellado tantas veces lo detesta, pero también lo necesita. Rubén no escoge más la ruta.