Los personajes de Una calma aparente buscan hijos perdidos, abandonan parejas o, por el contrario, no se deciden a comenzar relaciones nuevas, se afanan por nuevos negocios, escriben. El escenario es la Lima de los años 90: el Parque de las Leyendas, barrios como Huáscar y distritos como Los Olivos, lugares como Gamarra o el Mega Plaza, la ruta de la línea 45.